Siempre tuyos

Mis domingos ahora son tuyos, y aunque aún no eres consiente de ello, te los quiero regalar.

¿Por qué un domingo y no un miércoles te preguntarás? … Bueno, el domingo es el día en el que entiendo de una manera más tranquila y agradecida, el amor y la gracia de Dios.

Un nuevo inicio. Una nueva oportunidad. Una nueva experiencia que de seguro será positiva. Un poco más de esa paciencia infinita que me hace caminar confiado en que al final de todo, todo saldrá bien.

No un miércoles lleno de afanes, agites, problemas o cansancio, no un lunes que pareciera ser el peor día de la semana en la humanidad y mucho menos un viernes al que los comunes y corrientes esperan con ansias para terminar un ciclo más perdidos en sus bajos deseos.

Un domingo en el que lleno de girasoles imagino el mundo a tu lado, aunque a decir verdad, al regalarte mis domingos empiezo a practicar para cuando todos los días de mi semana, meses y años te pertenezcan por completo.