Muralla China: Episodio 1: Distancia

Debo reconocer que sus 21200 kilómetros no se comparan con la enorme distancia en la que estamos tu y yo.

De cualquier manera, lo tomo con optimismo, pues en ningún contexto, podrías conquistar lo que ya te pertenece y aunque la distancia es estratosférica, no termina siendo infinita, lo que lo hace, completamente posible, difícil y retador, pero posible.

Aún así, nadie debería recorrer más de lo que le corresponde. No es un asunto de temores o egoísmo, solo se trata de cuidar el corazón.

Es por eso que con disciplina, dedicación y constancia seguiré en mi camino, daré cada paso y disfrutaré del recorrido con la gran ilusión de que de tu lado, las mañanas, las tardes y las noches sean tan maravillosas como las mías cuando pienso en ti.

Serán muchos días de pensar, meditar y quererte a mi lado y sin duda cuando complete mi mitad, mi deseo más profundo es que también hayas recorrido la tuya hacia mi y si por algún motivo te extravías, encantado estaré de ayudarte a encontrar el camino.

En cada lugar, en cada momento ahí me encontrarás, a pesar de la distancia, a pesar de la incómoda distancia, aquí siempre me encontrarás: sentado en las escaleras, en el andén, dando vueltas por el vecindario o en el altar en donde siempre vestido de negro, de blanco te espero.